Éste es el título del libro escrito por John Carlin con la colaboración de su protagonista (Ediciones Urano. Barcelona 2011).

Narra la historia del que probablemente sea el mejor deportista español de la historia, Rafa Nadal. En 2004, con tan sólo 18 años, formó parte del equipo español que ganó la Copa Davis. Un año más tarde, con tan sólo 19 años, ganaba su primer  Roland Garros, hazaña que repetiría en 2006, 2007, 2008, 2010 y 2011. Vencedor de Wimbledon en 2008 y 2010. Campeón del Open de Australia en 2009 y del US Open en 2010. A los 24 años se convirtió en el tenista más joven de la historia en ganar los cuatro torneos del Grand Slam.

El libro nos muestra a un Rafa humano, humilde, familiar y luchador. Y aunque es algo que a él le incomoda, somos muchos los que vemos en la figura de Rafa Nadal un ejemplo a seguir. A diferencia de lo que sucede con muchos futbolistas, al de Manacor no se le ha subido la fama a la cabeza. Algo que él achaca a la labor educativa de sus padres quitándose, con la humildad que le caracteriza, merito alguno.

La obra nos desvela que no estamos ante un deportista con una fisonomía y unas cualidades innatas para la práctica del tenis, como las que tiene, por ejemplo, Roger Federer. Rafa suple sus hipotéticas carencias con un poder de concentración y una combatividad fuera de lo común. Y es que Nadal, consciente de que las lesiones podrían apartarlo del tenis en cualquier momento, juega cada partido cómo si fuera el último.

Por extraño que pueda parecer, fuera de las pistas, Rafa es una persona insegura e indecisa, muy dependiente de su familia en particular, y de su entorno en general. En cambio en la pista se transforma, como Clark Kane en Superman, en un tenista que tiene todo bajo control, capaz de tomar decisiones en décimas de segundo bajo una fuerte presión, dando muestras de una firme seguridad en sí mismo.

Para lograr esta transformación sigue una serie de rituales de lo más variopinto, como tener siempre dos botellas de agua colocadas siempre de la misma forma, de las que da un sorbo en idéntico orden cada vez que descansa.

Su entrenador de siempre, su tío Toni Nadal, le ha inculcado una férrea disciplina. Pero, a mi juicio, no ha seguido en ocasiones el mejor camino para lograrlo. Ni la impuntualidad  es un ejemplo, ni restarle mérito a los logros de Rafa sistemáticamente es adecuado. Creo que en esta vida, todo ha de hacerse siempre en la justa medida. Resulta tan poco beneficiosa  la adulación, como la falta de reconocimiento a lo conseguido.

En el libro Rafa Nadal afronta sin tapujos el dolor  que le supuso la separación de sus padres (lo que provocó un frenazo en su meteórica carrera y un trauma personal), así como las lesiones que estuvieron apunto de apartarle para siempre de las pistas.

Os recomiendo descubrir, en este libro, la verdadera historia de Rafa Nadal, quien, con el trasfondo de sus más emotivas victorias (con especial mención al torneo de Wimbledon de 2008), se sincera con sus lectores y nos descubre quién es verdaderamente este mallorquín que ha entrado, por derecho propio, en la historia del tenis y del deporte mundial.

  David Torija Pradillo

davidtorija@hotmail.com