Artículo escrito para http://www.lagaceta.es.
Por fin, este fin de semana, tras la reunión de los ministros de economía de la UE y del Fondo Monetario Internacional, se han hecho públicas las condiciones del rescate a Irlanda. Tras una turbulenta semana llena de incertidumbre, con descalabros bursátiles, entre rumores y quinielas, con la bolsa española perdiendo prácticamente todo lo que se había ganado en el año y nuestra prima riesgo país en máximos históricos… Desayunamos hoy con tímidas subidas (de hecho parece que el índice se da la vuelta) en el Ibex 35 y con nuestra prima riesgo país moderando su espectacular escalada.
Irlanda va a recibir 85.000 millones de euros que tendrá que devolver en tres años. La Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional aportarán 22.500 millones de euros cada uno. El resto del dinero saldrá tanto del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, como de préstamos de otros países como Suecia o el Reino Unido, o de la propia Irlanda (que aportará 17.500 millones de euros procedentes de sus planes de pensiones). Del dinero recibido, 50.000 millones se destinarán a cubrir las necesidades de financiación gubernamentales, mientras que el resto irá al sector financiero irlandés.
A Irlanda nunca le han dolido prendas a la hora de realizar reformas y de tomar cuantas medidas fueran necesarias en pro de lograr su crecimiento económico. Tal es así, que Irlanda optó en su día por tener unos elevados impuestos indirectos (IVA) y por tener el impuesto de sociedades más bajo de la UE (un 12,5%) lo que atrajo muchísima inversión extranjera en una maniobra cuyas voces más críticas tildaron de dumping fiscal, pero que logró que casi todas las multinacionales abriesen una delegación en el país celta, dónde, dicho sea de paso, imputaban gran parte de sus beneficios (contabilidad creativa). Un impuesto de sociedades tan bajo erradicó la economía sumergida, reduciendo el fraude fiscal y aumentando sus ingresos por esta vía.
En esa misma línea, Irlanda ha anunciado un duro plan de choque que incluye despedir a 25.000 funcionarios, rebajar el salario mínimo y subir el IVA. Irlanda espera con estas y otras medidas reducir su déficit público, que asciende en la actualidad a un 32% del PIB. Su objetivo es que éste se sitúe en 2014 por debajo del 3%.
Recurriendo una vez más al refranero español: Cuando veas las barbas de tu vecino pelar, pon las tuyas a remojar.
David Torija Pradillo