Reflexiones sobre el euro

El 1 de enero de 2002 entró en circulación el euro, que es la moneda oficial de 17 de los 27 estados miembros de la Unión Europea. Tras un periodo de coexistencia de la moneda única con las autóctonas de cada estado miembro de la Unión Monetaria, desaparecieron estas últimas. Nuestra antigua moneda, la peseta, dejó de estar en circulación y pasó a formar parte de nuestra historia.

Con la llegada de la nueva moneda, se produjo en nuestro país un efecto conocido como ilusión monetaria (actitud que se genera tras producirse un cambio en los precios, en las rentas monetarias…) y empezamos a gastar más y a endeudarnos en la misma dirección. El más claro reflejo de todo esto lo hemos visto en bienes de primera necesidad como el pan, y en el ejemplo más nombrado en la calle, el del café, ¿les suena la siguiente frase?  Un café pasó de valer 100 pesetas a un euro (166,386 ptas).

Los sueldos de los españoles no siguieron la misma evolución que los precios de estos bienes. El salario mínimo interprofesional en España se situaba en 2002 en 442,20€ mientras que en 2011 se encuentra en 641,40€. Pese a sufrir un incremento del 45% en 9 años, sigue estando muy lejos de los niveles salariales de nuestros vecinos europeos. Lo que no afectó a nuestros niveles de consumo, debido a que las entidades financieras facilitaban el acceso al crédito, aumentando nuestro nivel de endeudamiento.

Esta situación ha generado muchos detractores de la moneda común que, obviando los cuantiosos beneficios que el euro supone en niveles de competitividad, fortaleza, seguridad y credibilidad exterior, se quedan sólo con la parte negativa, consecuencia de una actitud conjunta, aunque inducida, de la sociedad española que hemos definido como ilusión monetaria.

En tiempos pasados, la solución más rápida (no la mejor) hubiese sido una devaluación de la peseta lo que, pese a favorecer en primera instancia nuestras exportaciones, nos hubiese llevado a entrar en un proceso inflacionista, esto es, un aumento general y continuo de los precios, entrando en una espiral peligrosa de la que es difícil salir.

En este video editado en su día por el Banco de España, se explica en que consiste la inflación y cuales son sus peligrosas consecuencias

Es por eso que el Banco Central Europeo, único organismo competente y decisor en materia de política monetaria de la UE ha considerado siempre el control de la inflación como su primer objetivo.

Pese a todo esto, los detractores del euro siguen apostando por una salida de la moneda única y por la vuelta a la peseta (e incluso al patrón oro).

¿Qué sucedería si abandonáramos el euro?

Como se ha mencionado, el nivel de endeudamiento de los ciudadanos es elevado (al igual que el de las empresas y el de las administraciones públicas), esto es, tenemos préstamos (hipotecas) que devolver.

¿Alguien se ha planteado que sucedería con nuestras deudas, es decir, con las hipotecas y préstamos de particulares y empresas, así como con la deuda emitida por las administraciones públicas?

Pues bien, si nuestra hipoteca está indexada en euros, habría que devolverla al nuevo tipo de cambio. Como pueden imaginarse el tipo de cambio de partida entre el euro y la peseta, no sería muy favorable a esta última, es decir, nos podríamos encontrar con que 1 euro pudiera valer, por ejemplo, 500 pesetas. Por lo que no sólo veríamos devaluarse nuestra añorada peseta a un ritmo alarmante, si no que seríamos incapaces de devolver la cuantía de nuestros préstamos.

Lo mismo sucedería con las emisiones de deuda pública. Me explico, el principal problema del Estado actualmente (a parte del desempleo) es que tiene que pagar un sobreprecio (debido a la falta de confianza que generamos) por obtener financiación (como refleja la prima de riesgo, que es el diferencial entre la rentabilidad ofrecida por el bono alemán a 10 años y el español). En esta hipotética nueva situación, nos encontraríamos con que a los diferentes vencimientos de la misma, el Estado tendría que hacer frente a montantes económicos muy superiores…

Por lo que una decisión de este calibre podría llevar a la quiebra de familias, empresas y administraciones públicas.

David Torija

davidtorija@hotmail.com

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Acerca de David Torija

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