Decíamos ayer…
Amigo lector, es cierto que llevo muchos meses sin publicar entrada alguna en mi blog, mi trabajo actual me tiene absorto y mi escaso tiempo libre se lo dedico a mi familia. Pero también es cierto que, aunque no haya podido escribir, me considero afortunado, pues mi trabajo me entusiasma. Tengo la fortuna de representar comercialmente, en media España, a una empresa líder con una clara ventaja competitiva, tener el mejor producto del mercado.
Mi actual trabajo me permite viajar a lo largo y ancho de la geografía española visitando clientes. Son muchas horas de carretera, amenizadas por un medio de comunicación sin par, con un encanto y una magia especial, la radio.
La radio me ha acompañado siempre a lo largo de mi vida, desde las singulares narraciones del otrora hombre del gol, Héctor del Mar, en radio Intercontinental de Madrid (antaño siempre presente en los grandes acontecimientos deportivos) en mi niñez, hasta las noches de estudio en mi adolescencia más rockera, aderezadas con la música estruendosa de Juan Pablo Orduñez, El Pirata, y de Disco Cross de Mariano García.
Hoy la magia de la radio sigue acompañándome en mis viajes. Aunque las retransmisiones deportivas hayan dejado paso (a no ser que juegue mi Madrid) a programas económicos como Capital, de Luis Vicente Muñoz, a quien sigo desde hace casi dos décadas, la atronadora música rock del Pirata ha sido desbancada por jazz y country en Radio 3 o relajante música clásica…Sin olvidarme de las Tardes del Ciudadano García (compatibilizadas con Mercado Abierto de Laura Blanco) que son mi entretenimiento vespertino en mi peregrinar semanal por media piel de toro.
Son muchas y variadas las voces que me acompañan desde distintas emisoras (excluyendo radio fórmulas y charlatanes de turno (con perdón) que creen erróneamente que el humor ha de ser una oda irrespetuosa al mal gusto), a todas ellas, gracias por acompañarme, informarme y entretenerme cada día.
David Torija