Tras escuchar a un lider sindical cerrar la manifestación en Madrid contra la reforma laboral (con más de 5 millones de pardos) con la frase «ahora a tomar cervezas y a vivir», escribí estas líneas en mi teléfono en forma de «pseudo poema». La incitación cervecera del sindicalista comparte escena con la defensa del sector del vino de un político, con la metedura de pata de otro y con el capitan más ridículo de la historia. Todo ello parece estar sacado de una aventura del malogrado Gila.
Hoy me viene a la cabeza,
El grito de ¡viva el vino!
Que más que con sutileza
Dio Rajoy con mucho atino,
Y al que no le guste el vino,
¡Pues a tomar cerveza!
Sindicalistas a la cabeza,
Y mientras vamos bebiendo,
Recordamos a Schettino,
El barco se estaba hundiendo,
él tropezó y cayó al bote,
¡Ay lo que me estoy perdiendo!
Ríe Gila ¡qué despipote!
¡Basta ya de chaladuras!
Sólo falta el ¡viva Honduras!