Artículo publicado en www.frikonomics.com
Ayer las bolsas europeas sufrieron un fuerte correctivo. El FT londinense perdía un 1,7%, mientras que el parisino CAC 40 se dejaba un 2,8%. La peor parte, como consecuencia de la crisis de la deuda, nos la llevábamos España e Italia.
Nuestro índice IBEX 35 caía cerca de un 3%, perdiendo el soporte técnico de los 7.500 puntos. Mientras, la archipresente prima de riesgo, escalaba hasta los 436 puntos básicos. Lo que significa que la rentabilidad del bono español a 10 años supera en dicha cuantía a su homónimo alemán, allanando el camino a un encarecimiento de nuestra financiación en emisiones futuras de deuda pública en el mercado primario.
Por estos motivos, algunos medios de comunicación calificaron la jornada de ayer como martes negro. Pero, ¿de dónde procede tal expresión?
La mayor crisis económica de la historia, sin tener en cuenta la actual, fue el crack (o crash) de 1929. El origen de la Gran Depresión fue el desplome de la bolsa de Nueva York. Dicha caída se inició el jueves 24 de octubre de 1929, día que fue bautizado como el jueves negro.
Desde aquel fatídico día, a las jornadas de fuertes caídas e incluso de pánico bursátil, se les otorga el calificativo de día negro.
Pero a diferencia de octubre del 29, dónde el desplome bursátil se prolongó en el tiempo, el color verde parece querer imponerse (a la espera de la apertura de Wall Street) hoy en los mercados. Y es que, después de la tormenta, siempre llega la calma.
Seamos optimistas, porque más temprano que tarde volverá a fluir el crédito hacia las empresas y volveremos a crear empleo y a generar riqueza. Llegado ese momento podremos gritar a los cuatro vientos, para que se enteren hasta los luceros del alba, que por fin se ha acabado la crisis.
David Torija Pradillo
davidtorija@coev.com
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