Reflexiones sobre la libertad de horarios comerciales

XYNada más terminar la carrera, hace más de una década, monté mi primera empresa. Creamos una marca de ropa y montamos una tienda en una ciudad del norte de España. Abríamos, como el resto de comercios, de lunes a viernes por la mañana y por la tarde, y los sábados por la mañana. Pronto decidimos abrir los sábados por la tarde. Acción que no fue muy bien recibida por algunos comerciantes de la zona. Mi descanso es sagrado, esgrimían algunos, si los demás hacen lo mismo que vosotros, nos obligaréis a seguir vuestros pasos, refunfuñaban.

Cuando vivía en Nueva York, me gustaba ir los domingos por la tarde a los cines Angelika. A la salida, comprábamos para cenar comida preparada y aprovechábamos para reponer existencias (con cautela, pues en los apartamentos de Manhattan no se acostumbra a tener comida por el problema existente con ratas y cucarachas) en el supermercado Wholefoods de Bowery con Houston. Podíamos hacerlo porque en Nueva York, la ciudad que nunca duerme, hay libertad de horarios comerciales. En Estados Unidos, a día de hoy, tienen un desempleo del 5,8%, mientras que en España…

La Comunidad de Madrid liberalizó hace tiempo los horarios comerciales. Comercios, grandes y pequeños, son libres de abrir o no los domingos. Los días que más se vende en los comercios madrileños son, con mucha diferencia, en primer lugar los sábados y en segundo los domingos.

Si estás trabajando, sólo puedes comprar fuera de tu horario laboral (permítaseme la broma, a no ser que trabajes en determinadas administraciones públicas). De ahí el éxito histórico de la cifra de ventas de los sábados. Éxito al que ahora se suman, en algunas regiones, los domingos.

Un horario más amplio significa tener que contratar más gente y por ende, menor paro.

Sé que es un tema polémico. A todos nos gusta estar en casa los fines de semana con la familia. Pero si los festivos se remuneran debidamente, hay quienes estaremos dispuestos a trabajar esos días a cambio de poder proporcionar una vida más holgada a nuestras familias.

Los tiempos han cambiado. Ya no se está obligado a cerrar en Viernes Santo. Si los pequeños comercios quieren competir con los grandes, a parte de un trato más personalizado (como ventaja competitiva), tendrán que estar dispuestos a ampliar su horario y a contratar más gente. Las cifras de ventas así lo muestran.

                David Torija

Acerca de David Torija

Economist and MBA. Business Development Manager, Advisor and Business Strategist. Passionate about Management, Finance, Marketing, Sales, Social Media, Writing and Public Speaking. Cross Cultural and Global Minded. Hard Worker. Entrepreneur. Optimistic, Enthusiastic: Always look on the bright side of life.
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